Entrevista con Jaime Cerón
Archivo X: ¿Que programas realiza actualmente y cuales proyecta desarrollar en
su gestión como Coordinador de Artes Plásticas del IDCT?
Jaime Cerón: El planetario va a reforzar programas ya en curso que me parece
importante darles continuidad, como el premio Luis
Caballero y el Salón de Arte Joven. Está la posibilidad de continuar con el
concurso Arte para Bogotá, intentando darle una cierta dimensión de arte
público a la ciudad, aunque sea en pequeña escala pero que tenga una mayor
representabilidad. Nos interesa darle énfasis a un programa que ya está
teniendo lugar que se llama "Evento al parque", del cual se desprende
otro en evento todavía que está en proyecto como "Galería al parque".
Existe otro proyecto, planteado también durante la gestión de Jorge Jaramillo,
que es el Centro de Documentación, en donde se podrá contar con una información
organizada y clasificada sobra la actividad cultural de la ciudad
(exposiciones, catálogos, recortes de prensa,etc.) que sea util tanto
para consulta de artistas y estudiantes como para futuras investigaciones sobre
la memoria de la ciudad.
Archivo X: ¿Que planes hay para los artistas que deseen exponer en el
Planetario?
Jaime Cerón: La idea es llevar las salas a una cierta diversidad. Que haya un
criterio selectivo más o menos riguroso y que señale que ese rigor no está en
un medio, una técnica, una generación o un genero artístico en particular, sino
que pueda haber cierta amplitud de medios con el mayor nivel posible de
estrategia, para lo que se haga sea realmente aportante,
tanto para el medio artístico como para la ciudad.
Archivo X: Ya que toca la noción de criterio ¿está relacionada con lo que usted
señalaba en un artículo para un pasado número del Archivo X en donde plantea un
vacío generalizado de criterio a manera de trabalenguas pues "el curador
dice lo que el artista dice que la obra dice y el crítico dice lo que el
curador dice que el artista dice que la obra dice" ?
Jaime Cerón: Ultimamente, por el mismo movimiento del
arte contemporáneo ha habido un auge importante de los discursos frente a las
obras, como un desplazamiento del objeto de acción más importante en el campo
artístico, como lo son las obras y las exposiciones, hacia los catálogos, los
proyectos curatoriales, los seminarios de apoyo,
visitas guiadas y demás. Y no es que dude de la efectividad de estos apoyos. Lo
que sucede es que no estoy de acuerdo con que desplace al objeto mismo de la
actividad artística. Estos apoyos se han convertido como en el epicentro de
actividad y no las imágenes.
Pienso que la capacidad que tiene una imagen de comunicar es muy específica, es
decir, si la imagen produce cierto tipo de efecto en la conciencia de un
espectador, lo hace porque es una imagen y no porque sea algo que uno comente
verbalmente acerca de ella. La imagen tiene una capacidad de llegar a la
conciencia humana por canales que muy pocos actores ponen en práctica y, por
tanto, muy pocos campos de la cultura misma transitan por ese tipo de canales.
El arte esta privilegiado para tomar esas vías, reactivarlas, afianzarlas, y
construir esas rutas alternas para llegar a ese espíritu humano que se busca
enriquecer, confrontar y complejizar.
Cuando yo decía en el artículo en cuestión, que hay como una cadena de
desplazamientos desde la obra al artista, al curador, al crítico, al
comentarista, en donde se da como una pérdida del objeto real de análisis, me
refería a que se ha perdido esa capacidad de análisis de lo que la imagen
plantea, que obviamente tiene canales verbales y posibilidades de generar
discurso pero que necesita pasar por esa confrontación inicial.
Creo que es importante mantener, aunque parezca un anacronismo, la noción de
que una imagen se debe exhibir y confrontar en un espacio arquitectónico con
ciertos rasgos, que pueden ser menos o más neutrales, que se puede enfrentar a
diversos tipos de público y que es este enfrentamiento lo que hace que sea
arte. Sin esto no existiría realmente esa actividad. El arte es un proceso de
comunicación a partir de una imagen. Se construye en esa recepción que se hace
de ella. Si no está implícito ese
proceso de recepción, no creo que se pueda considerar como arte.
Archivo X: Antes de aceptar
Jaime Cerón: Hasta el año pasado trabajé con un equipo de gente con quienes
había muchísima afinidad a varios niveles. Se trataba de un grupo que nunca
tuvo nombre, pero que siempre tomaba un nombre para cada evento en el que
participaba, y que debido a mis obligaciones y responsabilidades, decidí
separarme. El grupo sigue activo, va a participar en el próximo Salón Regional
y posiblemente en el Nacional.
Con esto he perdido esa posibilidad de enriquecimiento, ya que recibía aportes
del trabajo y retroalimentaciones de la obra misma. Era un proceso mucho más
emocionante y vital, ya que siempre era como una aventura, pues todo el proceso
estaba en suspenso en cada fase de su desarrollo.
Simultáneamente al trabajo de grupo tenía mi trabajo individual, que requería
mucha atención y que se dio, en sus niveles más importantes, en confrontaciones
con lugares específicos que implicaban ciertos índices de investigación y
seguimiento. De mirar que se planteaba como condición axiomática en un lugar en
el cual iba a exhibir, así como lograr que el signo construido por mi estuviera
íntimamente ligado o se desprendiera de una condición propia del lugar al cual
se dirigía. Todo esto implicaba un seguimiento, un tiempo de análisis y otra
serie de procesos que necesitan de un tiempo y de un espacio mental de los
cuales en estos momentos no dispongo.
"Unas son por otras". Creo que este espacio y el conjunto de actividades
que coordino actualmente requiere demasiada atención, pues es el trabajo de
otros el que se va a beneficiar con esto. Si realizo mi trabajo bien, ayudaré
al que trabajo de otros tenga una posibilidad de acceso al medio social, lo cual
me interesa más que el desarrollar una obra individual.
Lo que si no abandono por ningún motivo es mi trabajo teórico, el cual me
apasiona profundamente, igual que el trabajo pedagógico. Me vería como profesor
toda la vida. Además, me he dado cuenta con sorpresa que duele más abandonar la
investigación teórica que la producción de obras. Es algo extraño y doloroso.
Creo que he encontrado un vínculo muy fuerte, apasionante y vital con el campo
teórico que obviamente me emociona, me hace sentir pleno y representa para mí
una opción clara a largo plazo. Claro está que no descarto para nada la posibilidad
de volver a realizar imágenes.
Archivo X: En su labor como gestor ha tenido oportunidad de interactuar con el
medio artístico en varios niveles ¿Cómo percibe el medio actualmente
?
Me parece acéfalo, incierto. Se siente menos un objeto fundamental dentro de
él. Como que no se sabe cual es el paradigma que sostiene esta actividad, o
cual sería la aspiración hacia la cual todos nos dirigimos. Cada cual parece
tener una inquietud distinta, un interés distinto. No hay consenso en el cual
se encuentren todos esos intereses para crear una comunidad real. Siento que la
comunidad artística no existe. No hay planteamientos rigurosos, confrontaciones
de verdad.
Hay como una pérdida de vitalidad, como si se pensara que la actividad
artística es cada vez menos importante. Como si se pensara que esta no vale la
pena llevarlo a cabo y que por lo tanto no tiene importancia a nivel histórico.
Esto hace que todo valga la pena para mucha gente, lo que se traduce en la
ausencia de juicios que creen dicontinuidades en el
campo, que separen una cosa de otra, que muestren énfasis distintos.
Ese "todo vale" es como un totalitarismo a la inversa. Creo que es
muy sano volver a tener criterios y posiciones claras que posibiliten la
confrontación, ya que esto genera un reordenamiento de todos esos valores que
se van aceptando pasivamente alrededor de una actividad como la artística.
Bogotá, 21 de Octubre de 1997