Marzo
11 de 2005
Convocatoria a Becas de
Investigación Curatorial para los XI Salones
Regionales
Para
la consolidación de estas modificaciones se vienen celebrando diversas
reuniones (1) con Comités Regionales designados concertadamente entre las
regiones y el Ministerio de Cultura,
conformados por un número variable según la región, de representantes de
Consejos Regionales de Artes Visuales,
Facultades de Arte, Instituciones
culturales públicas y/o Instituciones culturales privadas, y por
El modelo intenta generar las condiciones para propiciar una mayor
autonomía de las regiones en la lectura y proyección de su realidad
artística. Adicionalmente, apunta a
fortalecer con un mayor soporte investigativo la selección y exhibición de las
obras y proyectos que conformarán los distintos Salones Regionales.
Este
proceso de investigación y formación se complementa, a lo largo del año, con la
realización de laboratorios de investigación-creación en regiones donde la
institucionalidad de escuelas o facultades de arte y museos no esté
suficientemente desarrollado.
Objetivos
de la convocatoria
Buena
parte de las críticas formuladas a los Salones señalan la necesidad de un mayor
rigor e investigación tanto en los procesos de selección como en la relación de
las obras seleccionadas. Los Salones, más que sumar obras desiguales, deben
construir relaciones entre ellas abriendo nuevos campos de significación y
sentido. La presente convocatoria pretende empoderar,
afirmar y fortalecer los procesos de selección y de relación de obras mediante el otorgamiento de becas de
investigación curatorial. En consecuencia, no será un
jurado, invitado puntualmente, el que responderá y valorará cada exhibición, lo
harán los investigadores a través de un
estudio que dote de unidad y profundidad a cada Salón.
La
práctica curatorial, en la actualidad ejercida por
individuos o grupos no procedentes necesariamente del campo de las artes
visuales, se concibe como una forma de
pensamiento artístico destinado a establecer un contexto interpretativo a las
obras, sostener una tesis, abrir problemas, tejer relaciones inexistentes. El
curador abre nuevas lecturas y significados que articulan las obras
trascendiendo su atomización.
Por
lo tanto, es una lectura más compleja de la práctica artística que desborda la
realización y el montaje de una
exposición. A diferencia del montaje, la puesta en público de un proyecto curatorial supone
pensar en diversas estrategias de circulación y de recepción por parte
del público. Al involucrar esas instancias se activan distintas
sectores del campo artístico y –consecuentemente- se articulan las instituciones que median esos procesos.
Se
pueden consultar las relatorías de las reuniones de noviembre, diciembre y
febrero en la página web del Ministerio de Cultura. www.mincultura.gov.co
El
incipiente estado de la curaduría en el país hace de esta convocatoria una oportunidad para impulsar su desarrollo.
Esa misma razón invita a señalar que las propuestas de los candidatos a las
becas se enmarquen en horizontes temáticos amplios desde los cuales se oriente
la investigación y la selección de propuestas y proyectos. Esas líneas
generales, siempre pertinentes a las regiones, deberán perfilarse y profundizarse
con el desarrollo de la investigación para culminar tanto en una muestra como
en una producción discursiva que se
convierta en un patrimonio sólido y enriquecedor tanto para el público en general, como para
las artes visuales y disciplinas
afines.
Los
Comités Regionales designarán el jurado
que, a su vez, seleccionará a los curadores encargados de realizar la
investigación de la producción artística
regional.
Premio
de las becas de investigación curatorial
Se
otorgarán dos (2) becas de quince millones de pesos cada una ( $15.000.000) para
cada regional.
Lanzamiento de la
convocatoria: 11 de marzo de 2005
Plazo de inscripción
de propuestas: 18 de abril de 2005
Publicación de
propuestas curatoriales seleccionadas: 25 de abril de
2005
Anexos e informacion completa en >
http://www.mincultura.gov.co/centnot/ConvocatoriaBecasCuratoriales1.doc
Sábado, julio 16 de 2005
Convocatoria
Salón Regional de Bogotá
El Ministerio de Cultura organizó los
Salones Regionales por medio de un concurso de becas de curadurías que fueron
otorgadas por un jurado a diversos curadores en el país. El concurso para la
curaduría del Salón Regional de Bogotá fue otorgada a Natalia Gutiérrez. Dicha
curaduría contempla una convocatoria abierta.
Por tal motivo: La curaduría del Salón Regional de Bogotá quiere invitarlo a
que envíe su trabajo para ser evaluado por un comité integrado por la curadora,
Natalia Gutiérrez, y tres profesores universitarios.
Pueden participar Personas naturales o grupos, constituidos por artistas que
hayan nacido o residan en Bogotá.
Los requisitos para participar son:
Enviar en un sobre cerrado y marcado, Salón Regional de Bogotá, los siguientes
documentos.
1. Un trabajo ya realizado que debe presentarse mediante registro fotográfico
(Máximo seis diapositivas) o en video (DVD o formato digital).
2. Una descripción escrita de la propuesta (Máximo una página).
3. Una hoja de vida.
El plazo máximo para entregar los trabajos es el lunes 6 de septiembre del
2005.
Lugar > Ministerio de Cultura
Dirección > Calle 9 # 8-31
El lunes 12 de septiembre se publicarán los nombres de los artistas escogidos y
a partir de esa fecha pueden retirar la documentación todos aquellos que hayan
participado, en la misma dirección >
Ministerio de Cultura
Calle 9 # 8 - 31 / Tel 2840751
Jueves, 18 de agosto de 2005
geografía
pintoresca
Quiero Comentar con los lectores de Esfera Pública algunos de los efectos de la
“Geografía Pintoresca” o más bien, de la “Pintoresca geografía” que se elucubra
en las gélidas oficinas de la sección de Artes Plásticas del Ministerio de
Cultura en Bogotá...
La organización del país en Salones Regionales está dando resultados
prodigiosos:
En Güapi, están pensando en construir un muelle de
gran calado pues la infraestructura de cabotaje no da abasto para la cantidad
de Cruceros Bahía Solano-Güapi ahora que el Salón
Regional los integró. Algo similar sucede en las agencias de turismo ante la
inusitada demanda de vuelos charter entre Popayán y Quibdo.
Y aunque ustedes no lo crean, los empresarios Pastusos están de felices ahora
que la autopista Mocoa-Pitalito les permite competir con sus cuyes en Ibagué,
lugar donde piensan destronar a la famosa “Lechona Tolimense” gracias a la
integración, del susodicho Salón Regional.
Pero, como no todo puede ser color de rosa, en el Eje Cafetero se sienten muy
tristes pues después de cien años de libertad del “Gran Caldas” y más de
treinta años de autonomía total en Risaralda y el Quindio y, especialmente, después de varios exitosos y
meritorios Salones Regionales, el Eje Cafetero vuelve a ser parte de
Antonio Caro
Domingo, 21 de agosto de 2005
folclorismos
Me asombró no leer en la extensa
"geografía pintoresca" enunciada por Antonio Caro, una referencia al
Salón Regional de Bogotá. ¿Acaso en Bogotá no hay folclorismos,
será que sólo existe omnipotencia para mirar al resto del país?
Gloria Posada
Popayán 23 de agosto de 2005
'omnipotencia' ministerial
Reciban cordial saludo. Va mi respuesta: Totalmente de acuerdo
con la señora Posada. Es tanta la "omnipotencia" de las oficinas del
Ministerio de Cultura en Bogotá que unen a Nariño con el Tolima
y pese a su autonomía económica y cultural, unen al Eje Cafetero con
Antonio Caro
Miércoles, agosto 24 de 2005
el automático
He seguido con interés las tres
conversaciones que actualmente tienen lugar en este espacio. Por una parte, me
llama la atención la simultaneidad de estos diálogos. Es como estar en uno de
esos cafés -como el célebre "automático"- donde se reunen artistas, escritores, filósofos, estudiantes y un
grupo de asiduos que unas veces los escuchan, y otras, se concentran en sus
asuntos. En la mesa donde conversan Antonio Caro y Gloria Posada, reaparece el
tema del salón con humor. Me interesa agregar que mientras en el país se
alteran los flujos de público entre regiones y se amplian
carreteras y hoteles para que den abasto al movimiento de gente causado por los
salones regionales, en la ciudad de Cali se está dando algo distinto. El salón
se está organizando por la misma gente de la ciudad y con reglas de juego
distintas a las que imparte el 'omnipotente' ministerio.
Sin partir de definiciones de autonomía kantianas o del siglo XIX, podría decir
que los caleños lograron desarrollar su salón de forma autónoma. Es decir,
tomando ellos las decisiones a partir de criterios definidos por ellos mismos.
Con lo anterior me interesa tender un puente entre la conversación de M. Boom, V. Quinche y L. Ospina, y
la de G. Posada y A. Caro. Y no es que las instituciones sean malas o buenas.
Es simplemente que, como sucede con el caso del Reina Sofía España, las más de
las veces parecen preocupadas por impulsar eventos y políticas que parten de
esquemas institucionales (modelos de exposición y difusión que dan mayor
relevancia a la voz de la institución que a la de la comunidad artística)
propios de un país como el nuestro, en el que las instituciones culturales no
se caracterizan precisamente por ser sólidas y construidas a partir de
políticas coherentes y sostenibles. Y esto no es un problema de las
instituciones y mucho menos de sus funcionarios. Es un problema mayor que tiene
que ver con la poca importancia que históricamente se le ha dado a la cultura
en Colombia.
rodrigo leyva
Viernes, agosto 26 de 2005
sin centros y sin periferias
Es interesante constatar cómo el Maestro
Caro, de la enumeración inicial de una "geografía pintoresca" que
ubica situaciones imaginarias en diversas coordenadas del país -donde no quedó
claro por qué elude una referencia a Bogotá-; pasó a un señalamiento reiterado
del Salón Regional en los departamentos de Antioquia,
Caldas, Risaralda, y Quindío…
Tengo entendido que para Antioquia hay dos curadores, y para la otra región
agrupada, un equipo de ocho. Igualmente, se harán dos salones y curadurías
independientes, exhibidas tanto en el lugar de origen de los artistas, como en
la otra zona a manera de intercambio cultural.
El silencio de artistas, curadores, críticos, y habitantes, de Caldas, Risaralda y Quindío, tal vez nos demuestra que: No leen
Esfera Pública. Están muy ocupados organizando el salón que les corresponde. No
manifiestan ningún interés por ser "redimidos". No tienen la menor
idea de lo que dice el Maestro Caro.
Por otro lado, creo que cuando se dirige la mirada a lo lejos, se obvian
fácilmente las problemáticas mas cercanas. En éste
sentido, el señor Caro mas que ser un vocero de lo que
él denomina "geografía pintoresca", debería serlo de la región donde
vive. Por ello, es muy pertinente la información y critica que pueda aportar,
sobre el salón que se realizará en la zona Bogotá-Cundinamarca-Boyacá,
donde seguramente vislumbrará de manera directa, el conflicto al cual se
refiere, confirmando o desechando su hipótesis…
Además es necesario analizar, las relaciones que se crearán entre los
heterogéneos salones regionales, pues de ahí surgirá una nueva versión del
Salón Nacional. La reunión de los distintos curadores hace unas semanas en
Bogotá, debió esclarecer el método con que se van a articular tantas
"in-dependencias". Aunque es inquietante, que la señora Natalia Gutiérrez
expusiera los lineamientos generales de su curaduría, pero posteriormente no
asistiera a la exposición de los procesos de trabajo e investigación,
realizados por los diferentes curadores que viajaron desde sus ciudades a
Bogotá. No se sabe si el desinterés de la antropóloga por el trabajo de sus
colegas, significa que Bogotá no va a participar del dialogo con las
heterogéneas regiones, y si definitivamente Bogotá es un caso aparte y
especial, y debe ser tratado como una "República Independiente".
Para terminar esta discusión, agradezco a Rodrigo Leyva
su aclaración sobre lo que denomina "el salón con humor…" pues en
realidad no me di cuenta que el señor Caro hizo sólo un chiste… Siempre me ha
dado
dificultad ver en ése tipo de descripciones, humor. Tal vez ello se deba, a que
nunca he vivido en una ciudad como Bogotá, donde se graba desde hace mas de 20 años el programa "Sábados Felices", con
una
amplia gama de estereotipos.
En relación al texto del señor Kalmanovitz, mas que
pedir autoridad, lo que se necesita es el ejercicio del conocimiento, pues lo
primero sin lo segundo deviene en simple autoritarismo, y a veces en
manipulación y jerarquización arbitrarias.
Gloria Posada
Martes, 6 de septiembre de 2005
estafas, mentiras y salones
Ante todo, agradezco el cordial y amplio mensaje de Rodrigo Leyva
y doy mi asentimiento a su opinión respecto a las Instituciones. Y ya que de
“asentarse” se trata, que mejor sitio que una mesa de éste, café “Automático”
virtual, donde uno puede decir sus verdades, sin necesidad de construir Hipótesis ...
La falacia del Salón Nacional está construida de un sin número de eslabones de
los cuales, uno es, la gran mentira de los Salones Regionales que más bien, son
una colcha de retazos mal cosidos desde Bogotá y que
conllevan, el fatal veneno de estafar y engañar a las propias Regiones.
Se engaña porque esos “pre-nacionales” no aglutinan
verdaderas Regiones y se estafa porque los recursos de
procesos de la Región.
Y ya que la señora Posada me constriñe a decir cosas sobre el “regional” que
corresponde a Bogotá, me
pregunto yo:
¿Qué relación tienen las nieves perpetuas del Cocuy, con las cálidas riveras
del Magdalena?
Antonio Caro
Viernes,
septiembre 23 de 2005
Acta de Selección
ACTA DE SELECCION POR CONVOCATORIA ABIERTA
DE LOS PARTICIPANTES AL SALON REGIONAL DE BOGOTA
La curadora del XI Salón Regional de Bogotá Natalia Gutiérrez invitó a Giovanny Vargas, Manuel Santana y Diego Mendoza para
escoger, junto con la curadora, a los artistas que por la modalidad de
"convocatoria abierta", estarán participando en el Salón Regional de
Bogotá. Su conocimiento de los procesos artísticos tanto a nivel pedagógico en
diferentes universidades como en el ámbito de las prácticas artísticas a nivel
profesional, permitió ampliar la mirada sobre las propuestas presentadas.
Los miembros del equipo revisaron tanto las imágenes como los textos enviados a
la convocatoria, en una primera reunión el día 15 de septiembre a la cual
asistió Giovanny Vargas, y los días 19 y 20 con el
resto de los participantes, quienes decidieron escoger los siguientes artistas:
Ícaro Zorbar
Beatriz Eugenia Díaz
Carolina Calle
Eduard Moreno y Jhon Aguasaco
El criterio fundamental para selección de las obras consistió en atender a que
hicieran evidente una investigación personal con libertad temática, pero que a
la vez pudieran inscribirse en lo colectivo. Es decir, artistas que con sus
prácticas permitan ampliar de alguna manera los lugares y las situaciones del
mundo que nos tocó vivir.
Las propuestas no seleccionadas se podrán recoger en el Ministerio de Cultura,
calle 9 # 8-31, Bogotá, a partir del viernes 23 de septiembre del 2005.
Natalia Gutiérrez
Diego Mendoza
Manuel Santana
martes, octubre 04 de 2005
el arte de invitar a los amigos
Ay, que alguien me
cuente qué es lo que pasa, porque en los últimos días un montonón
de amigos, como noventaydos, han ido a hacerme la
visita al cuchitril ese en el que trabajo, todos tristes y cabizbajos y
bastante bastante pero bastante bravos con la pobre Natis. ¿Cómo es que fue lo del Salón Regional para que
todos digan que es peor que olor de pescadería de la 19?
Y bueno, me imagino que la cosa no es para menos: que Natis
haya hecho convocatoria para seleccionar propuestas para el regional, y que se
hayan recibido 96 y que de esas sólo salieran 4, mientras que por invitación ya
había metido hasta al nido de la perra, pues no hay derecho, ¿no? Porque para
qué se pone a convocar desconocidos si ya había convocado a sus amiguetes, ¿no? Y es que todos están furiosos que porque se
gastaron tiempo y plata pasando proyectos lo más de chéveres, y parece que ni
siquiera todos los jurados vieron los trabajos completos. Y yo creo que eso sí
es una falta de delicadeza, pues, digo.
Y claro, en esa propuesta de planificación de cómo iba a ser el regional ya
decía que iba a ser por invitación y convocatoria, pero oiga, no hay derecho a
que por invitación llene el chuzo de cuadros y por convocatoria nada de nada,
pues para esa gracia no haga convocatoria y más bien invite a otros cuatro
amigos y ya, ¿no? Así completa el cupo y no mete gente que se tire el parche.
Porque tanto desconocido por ahí que no es recomendado de nadie, vaya usted a
saber qué mañas tienen y todo.
¿O es que no le alcanzaban los amigos? Porque si es así la cosa sí me da como
cosita. Natis, oye, si estás solita más bien me
llamas y nos tomamos un tecito con galletas y nos
volvemos reamigas y te muestro unas manualidades
preciosas que estoy haciendo y me invitas para el próximo regional, ¿bueno?
Un besito, Paquita
Que un proyecto curatorial contemple una convocatoria, es ya una cosa rara.
Uno se imagina que la investigación curatorial lee
un contexto como paso inicial para definir una problemática, tema, asunto, que
emerge de uno o varios tipos de producción artística. Lo que uno no se imagina
jamás es que se recurra a una convocatoria como dispositivo que pretende leer
un medio cuando de antemano se tiene un tema definido.
Esto no es nuevo. En el salón nacional pasado -que tenía más puertas de entrada
que un estadio- los más de doscientos que enviaron por la convocatoria quedaron
viendo un chispero, pues seleccionaron sólo diecisiete. En esta oportunidad
enviaron menos de la mitad y quedó una proporción similar. En esa oportunidad,
también había un tema definido de antemano.
Hay cambios. Antes le caía toda el agua sucia al ministerio. Ahora le cae al
curador. Más si esta convocatoria es su carta de presentación y no lo es la
curaduría, el argumento, el tema, el problema que arma todo el tinglado
expositivo.
Obviamente hay malestar. Y mucho. Pero, ay! que
aburrición otro debate sobre estas vetustas, obtusas, impredecibles, mamotretudas, pretensiosas, equívocas, insensatas,
arrogantes, maltratadoras y ultraconflictivas
exposiciones panorámicas.
Bueno... y la bendita curaduría de qué trata? Alguien
tiene ese dato? Será que Natis
nos puede contar?
2much!
Mery Boom
martes, octubre 11, 2005
cuando lo otro quiere ser lo
mismo
1. Despotismo
ilustrado
El Despotismo Ilustrado es un concepto político que ejemplifica la utilización
de la ideología de la ilustración, por parte de algunos regímenes de
En la convocatoria hecha por el Ministerio de Cultura para curadurías de los
Salones Regionales de Artistas eran claros los peligros y bondades de la
curaduría y se hacía evidente que si las curadurías no reconocían el espacio y
las necesidades específicas de cada Salón Regional de Artistas, el odioso lema
del Despotismo Ilustrado se podía poner en práctica: "Todo para el pueblo,
todo por el pueblo, pero sin el pueblo" (odioso en términos políticos,
pero práctico en términos de "política realista").
2. Demagogia Participativa
Para el caso del Salón Regional de Artistas Zona Centro (¿subzona
Bogotá?), el Ministerio de Cultura y su curadora debieron cambiar el nombre de
"Salón Regional de Artistas" por el de "Salón Regional de
Arte", pues ante la falta de precisión de una plataforma curatorial, con este giro lingüístico se habría evitado que
muchos de los artistas de la zona se hubieran hecho ilusiones con
"su" derecho a participar. También esta maniobra de lenguaje, de uso
tan común en el Gobierno del Alvaro Uribe Vélez
("Aquí no hay conflicto interno"), le habría aligerado la carga a
Natalia Gutiérrez y así se habría evitado la vía purgativa de inventarse un
mecanismo de inclusión donde a los excluidos no les queda claro el motivo de exclusión,
y de paso nos permitiría a los espectadores dejar de hacer tanta "criticadera institucional" y concentrarnos más en la
exposición que, por la conjunción de algunos artistas con algunos espacios,
promete obras tan contundentes como la que se vió en
el pasado Salón Nacional de Artistas en el Museo de Arte Colonial con el
"Santoral" de José Alejandro Restrepo. (En
http://www.universes-in-universe.de/columna/col29/col29.htm).
3. Cuando lo otro quiere ser lo mismo.
Para los rechazados o desplazados de la "convocatoria abierta" del
Salón Regional de Artistas Zona Centro tal vez quede de consuelo la apertura de
otros espacios, otros circuitos, como lo es la muestra del "IV Salón de la
diversidad" organizado por Galería Casa Cuadrada (aunque no tan diverso en
la selección de los jurados pues dos de los jurados integrantes son Nadín Ospina y Jaime Cerón).
4.Las bondades del mecanismo
Es ejemplo de curaduría y sobre todo de curadurías el "7mo. Salón de
Octubre". Un conjunto de eventos cuyo crédito menor es del Ministerio de
Cultura y que se debe sobre todo a la puesta en acción de un programa coherente
y a largo plazo entre varias instituciones culturales de la zona (programa que
en su ejecución tiene similitud con el fallecido y nunca ejecutado
"Programa Salón Nacional de Artistas"). El acta de selección del
jurado del "7mo. Salón de Octubre", generosa en su redacción*, lo
dice todo.
* El texto firmado por Lupe Álvarez, José Alejandro Restrepo y Juan Mejía es
generoso en comparación al vademecun de frases huecas
y eruditas que forman estos documentos y que la mayoría de los jurados componen
de afán y firman de manera paternalista -por ejemplo revisar las actas
publicadas en el catálogo de los pasados Salones Regionales de Artistas-.
Lucas Ospina
martes, octubre 18, 2005
Mientras Bogotá y
el centro discuten la válidez de la curaduria y el crterío escogido
para hacerla real, en el sur de colombia ya estamos vviendo el experimento en carne propia. El 7 de octubre se dió
apertura en Neiva al Salón Regional Sur con dos curadores a bordo. Lo que se
ve, no es un salón de artistas como lo dice el nombre, sino un salón de
curadores. Dos proyectos que entablan un diálogo forzado y en el cual la región
no se siente plenamente.
La muestra ocupa los tres pisos de
impositivo (al mejor estilo uribista), cualquier
pataleta, se calla con "usted no encaja en mi propuesta", por eso la
lectura correponde a los curadores y no a los
artistas, menos al público.
Me parece que los salones no buscan como antes, definir un "perfil
nacional", sino que pretenden construir un escenario desterritorializado
que al igual que el nefasto Plan Colombia fortalece ejes que atraviesan las
fronteras y las identidades, por eso un curador habla de " ejercicios
postmodernos y postcoloniales". Como se define lo regional en este salón? El curador es una figura para el centro, que inventamos
para la perifería? La mayor dificultad, la ausencia
de los artistas regionales en estas discusiones.
Como anecdota, los curadores pidieron proyectos y se
quedaron esperandolos. Los artistas pensaban que la
visita a sus talleres eran una obligación y se
quedaron esperando los curadores. Es decir, el concepto funciona a dos bandas.
Como entender el dialogo curador-artista, o mas bien, curador-propuestas? El Salón es itinerante y el 15 de noviembre se inaugura en
la ciudad de San Juan de Pasto.
Miguel de León
martes, diciembre 06, 2005
correcciones de salón
Es mi deber hacer
públicos los inconvenientes y contradicciones de los cuales fue víctima durante
el
proceso de montaje del Salón Regional, el proyecto “Escultura
Blanda”. Este proyecto me fue
encargado
como propuesta de “curaduría académica de escultura” por la curadora general del Salón Regional
Centro,
Natalia Gutiérrez.
Dentro de los ánimos curatoriales del Salón, Natalia
Gutiérrez contempló, con muy buenas intenciones,
insertarle algunas actividades y muestras de tipo académico, esto permitió
diseñar un salón que superara
la noción de obra en el sentido estricto y definitivo, enriqueciéndolo con
procesos artísticos menos
pretenciosos, distantes de la idea de obra protagónica y aislada del contexto
donde se enmarca. Así pues, el Salón le dedicó tiempo y espacio a estrategias
pedagógicas y actividades de trabajo grupal que
señalan otras maneras de inscribir el hacer artístico en lo colectivo.
Fui invitado a participar en estos proyectos, al parecer, por mi relación
docente con distintas escuelas de arte de Bogotá, a parte, me imagino, por la
confianza profesional que ha depositado en mí la curadora general del Salón. Mi
actividad docente me permite desde el área de escultura, contar con un panorama
amplio de los procesos y búsquedas de los estudiantes, que en su gran mayoría,
exploran asuntos pertinentes al tema que se me encargó, y que tiene que ver con
pararse en el borde de lo escultórico, con la dilatación de sus límites como
lenguaje y como léxico y por supuesto, con la puesta en crisis del objeto
tradicional, incrementando la adopción de lo que yo denomino medios blandos, es
decir, aquellos que están más cerca del gesto que del objeto, y más cerca del
movimiento y la vitalidad de los procesos que de la pasividad de lo museal en
sentido tradicional.
Una vez rastreado el panorama, invito a un grupo de 10 artistas, (8 estudiantes
y 2 egresados), a participar con propuestas vinculadas entre sí por usar al
objeto como señalador de dinámicas y procesos y no
como fin, por diseñar operaciones ligadas al gesto, a lo participativo, etc.,
por adoptar en sus búsquedas medios documentales, por distanciarse de la
intención tradicional de culto al objeto, y sobre todo, por estar explorando
asuntos pertinentes al tema de los bordes de lo sólido y el desbarajuste o
desintegración del objeto, tema que para nada es nuevo, habría que reconocer
que la escultura hace tiempo ha ido adoptando medios, actitudes y conductas que
se encontraban fuera de la labor tradicional, pero que hoy son contemplados
como básicos en el ámbito académico y artístico.
Una vez claros los objetivos de nuestra participación en el Salón, pensamos
como grupo las estrategias de
información que acompañarían la exposición, las propuestas, para nada
fotogénicas, requerían de un
montaje especialmente ilustrado con textos y fichas ilustrativas que invitaran
al público a interactuar
con ellas, en muchos casos no se trataba del objeto de bulto, sino de
operaciones móviles, habitables (las
audio guías de Kevin Mancera por ejemplo, invita a llevarse una grabadora
personal donde se escucha un
recorrido guiado por la ciudad de Tunja, en este recorrido él describe a fondo
personajes y lugares
inscritos en la ciudad, exaltándolos y contrastando nuestras mirada
habitualmente superficial de la
ciudad).
Otra estrategia didáctica fue escribir un texto que aclarara los objetivos de
nuestra presencia allí, y
que esto respondía a la necesidad de la curadora general de mostrar en el Salón
procesos académicos
enmarcados como tal y no obras sueltas de artistas jóvenes, desprendidas de lo
colectivo.
Siempre esperamos que el montaje de la muestra, los asuntos de organización y
distribución del espacio
fueran parte de nuestra labor, sobre todo, porque las propuestas exigían un
alto grado de relación,
reconocimiento y conciencia del espacio donde se iban a instalar.
No solo nos preocupó habitar creativa y responsablemente el espacio, (Alejandra
Rincón por
ejemplo, se dedicó a registrar en video y fotografía las intervenciones que
progresivamente aparecen en un espacio de exhibición durante el montaje de una
exposición; los deshechos, basura y sobrantes, son
usados por ella porque ahí ve relaciones casuales con formas seudo
escultóricas, a la manera del juego de
buscar formas en las nubes, todo esto para armar un comentario en torno a la
fugacidad de la imagen, a lo
insulso que puede verse nuestra relación con la forma y la materia, etc., El
problema es que el público
nunca vio la propuesta de Alejandra ya que ella decidió retirarse del Salón
después de que su trabajo
fue visto como un simple reguero por la curadora general, el tema es que
Natalia Gutiérrez nunca vio el
video que acompañaba el supuesto reguero y que obviamente era parte fundamenta
en su trabajo).
Buscamos la mejor manera de dar cuenta del carácter procesual
y participativo de algunas de las obras con la inserción del material didáctico
y descriptivo que cada artista había elaborado y que hasta ese momento aún no
se había instalado.
Desafortunadamente, nunca se nos permitió concluir con el montaje como estaba
previsto, ya que las
intervenciones intrusivas interrumpían la actividad
en pleno proceso, y esto acabo con la renuncia de algunos participantes al ver
que el funcionamiento normal de su trabajo estaba siendo presionado e
intervenido . En conclusión, lo que notamos, fue una especie de ansiedad de
limpieza museal entendible y apenas razonable tratándose de un evento de tal
magnitud y responsabilidad, el problema no es entender esto, es comprensible,
lo difícil de entender, es la pérdida de confianza sobre nuestro trabajo, el
mío como coordinador y el de los participantes como estudiantes de arte y
artistas, sobre todo la pérdida de confianza antes de finalizar nuestro trabajo
y de conocer el funcionamiento de las propuestas.
Se trataba de un grupo de trabajos desprendido de juicios de valor básicos y
polarizados, o sea, distantes de conceptos como bonito o feo, limpio o sucio,
etc., más bien son espacios que invitan a otro tipo de relaciones, mas cercano
a lo vivencial, a habitar la continuidad de procesos
orgánicos, en algunos casos ligados a lo urbano, sin embargo fueron leídos
durante el montaje desde lo estrictamente retiniano, tal vez por el afán de
resolver un montaje bonito y agradable al gusto y a la estética de quienes nos
visitarían.
Los participantes, y debo corregir el folleto que invita al Salón, no forman
parte de un “Taller de Mario
Opazo”, tienen nombre propio y no porque tengan ánimo de figurar, sino
por respeto, se trata de las
siguientes personas: Edwin Sánchez, Kevin Mancera, Nicolás Sanin,
Nestor Gutiérrez, Camilo Zúñiga,
Alejandra Rincón, Diego Guzmán, Cristina de Gamboa, Icaro
Zorbar, Gabriel Antolinez, ellos cumplían
diferentes funciones formales y conceptuales en la articulación de la muestra,
incluso pertenecen a
distintos niveles académicos, desde alumnos de pregrado,
pasando por egresados recientes, hasta un
estudiante de maestría, la selección nunca se hizo bajo la búsqueda de
protagonismo, y afán de artista
joven por estar en el salón, yo me encargué en muchos casos de pedirles de
manera insistente el favor de
aportarnos en la exposición, porque recordaba y conocía sus campos de
operaciones y reflexiones, por
eso consideré fundamental la participación de cada uno de ellos. Sé que en el
Salón se realizaron talleres,
algunos artistas participaron de esta manera, este no es el caso, si bien he
sido maestro de cada uno de los nombrados, no fue precisamente durante el marco
del salón, mas bien mi experiencia académica con ellos se remonta a distintos
tiempos, algunos más cercanos que otros, lo que si es una constante es que las
relaciones y búsquedas con la escultura que dan lugar a sus propuestas
participantes, me atrevo a decir,
comienzan en el momento en que exploramos algunos ejercicios de clase, que para
casi todos han seguido vigentes como preocupación, metodología y convicción, es
así, como al momento de invitarlos algunos ya portan lenguajes, procesos y
resultados mas maduros que otros, sin embargo esta distancia generacional fue
precisamente un factor importante para entrenarnos en niveles de percepción y
crítica más humildes, respetuosos y ambiciosos en cuanto a dar claridad de cómo
avanzan los procesos.
El texto que acompañaría la muestra es el siguiente:
Escultura Blanda
Desde el ámbito académico hoy surgen relaciones con la escultura que ponen en
crisis al objeto, dilatando los límites de lo que tradicionalmente se
contemplaba en lo sólido y en la idea de arte como presencia objetual inmodificable y definitiva. Estos trabajos de
estudiantes y recién egresados se proponen un ejercicio de confianza en la
desintegración de la estructura sólida, para entender en el movimiento de los
procesos, en la vitalidad orgánica de lo plástico, una posible operación
escultórica, consistente en llevar las ideas de un estado indefinido a otro
definido; esto solo es posible si se sustituyen algunos sentidos, por ejemplo,
si se entiende por hacer, el acompañar una idea y por público, un grupo
participativo y no adquisitivo.
Ablandar la escultura es hacer de ella en muchos casos, una sustancia fugitiva,
un impulso, un gesto
casi inatrapable espacio-temporalmente; es utilizar
el objeto como señalador, como posible detonador de
la experiencia y no como fin; es ubicar la forma, la estructura y la materia en
un terreno de dudas y
vértigo que expanden sus límites hasta rozarse con operaciones más cercanas
(como diría Cildo Meireles)
a la cultura que al arte.
Después de lo sucedido, solo queda una cascada de preguntas necesarias: ¿Qué
nivel de compatibilidad hay entre las obras de arte con mayúscula y los
procesos académicos que se intentaron mostrar en el salón?, Lo pregunto porque
nos quedó una clara sensación de diferencia, al menos en el tratamiento
institucional que se le dio a los artistas y a las obras. ¿En que momento los
procesos artísticos dejan de ser vulnerables a las intenciones museográficas de
un evento o de un curador?, ¿qué de las propuestas le
pertenece al artista y que tanto al curador del salón?, lo digo porque el
trabajo de Edwin Sánchez fue
desmembrado por gusto, ni se le argumentó con razones de peso la exigencia a
desalojar de la muestra una parte fundamental de la obra, se trata de un grupo
de contenedores construidos con guacales de frutas donde se daba cuenta de una
expedición por la ciudad, con mapas, evidencias traídas del trabajo de campo y
textos, todo se quedó fuera del salón, ¿por qué? , ¿por
la apariencia de los guacales?, cabe anotar que Edwin es un estudiante a punto
de egresar, y goza del respeto y admiración de sus maestros, compañeros y
artistas, por su compromiso frente a los procesos, por su madurez y solidez
conceptual, que en este momento lo hace ser uno de los jóvenes artistas más
contestatarios frente a los sistemas amañados y a la injusticia, por lo tanto
él exige y seguirá exigiendo una explicación valida, y con él todos sus
compañeros de la muestra.
Durante casi una semana los integrantes del proyecto Escultura Blanda habitaron
un espacio planeando con
las mejores intenciones un montaje digno de sus propuestas, a excepción del
video de Gabriel Antolinez
(que se propone relaciones muy comprometidas con el gusto y lo refinado), ellas
no son fotogénicas ni
glamorosas al ojo, precisamente ahí comenzó el problema, son anti homenajes al objeto sonso y amañado
en la retina, le apuestan al movimiento y la vitalidad de los procesos, sobre
todo están comprometidos a
responder a las necesidades locales, no creen en las obras así a secas, mas
bien en las dinámicas, no fue
posible dar cuenta de sus intenciones en el salón, así que este espacio nos
parece apropiado para ello.
Mario Opazo
miércoles, diciembre 07, 2005
deseos para el 2006
1. Que se puedan decir las cosas:
1.1. Que si alguien tiene que decir un comentario positivo sobre algo, lo diga.
1.2. Que si alguien tiene que decir un comentario negativo sobre algo, lo diga.
1.3. Que si alguien siente que tiene algún impedimento ético para hablar del
proyecto de alguien, lo haga evidente.
1.4. Que si por ejemplo a alguien le gusta el trabajo de su hijo diga: “puede
ser que yo no sea la persona más apropiada para acercarme con objetividad a este tema
porque él es mi hijo y lo amo, pero su trabajo me parece excelente porque…”*
1.5. Que si por ejemplo a alguien le gusta el trabajo de su esposa diga: “puede
ser que yo no sea la persona más apropiada para acercarme con objetividad a este tema porque
ella es mi esposa y la amo, pero su trabajo me parece excelente porque…”**
1.6. Que se digan las cosas con respeto.
2. Que se escuchen las cosas que se digan:
2.1. Que las críticas no se tomen como insultos personales.
2.2. Que si por ejemplo un curador o curadora hace una crítica a un artista, no
sea este un motivo para que este artista no acepte invitaciones de este curador
o curadora para futuros eventos.
2.3. Que si por ejemplo un artista hace una crítica a un curador o curadora, no
sea este un motivo para que este curador o curadora no invite a este artista a
futuros eventos.
2.4. Que si por ejemplo un empleado o empleada hace una crítica a su jefe o
jefa, no sea este un motivo para que este jefe o jefa no vuelva a contratar a
este empleado o empleada.
2.5. Que si por ejemplo un jefe o jefa hace una crítica a su empleado o
empleada, no sea este un motivo para que este empleado o empleada le renuncie a
su jefe o jefa.
2.6. Que si en una crítica hay algo de humor, no se lea como burla.
2.7. Que si por ejemplo alguien dice: “deseo que las
cosas sean ‘así’ en el
2.8. Que se entienda que las cosas se dicen con respeto.
3. Que la reforma de
* “Antonio
Barrera (1948) y Gustavo Zalamea (1951), pese a la
diferencia de
edad, comienzan a incidir fuertemente sobre el panorama de los jóvenes a partir
de 1975 […] Desde 1980, las dos obras subieron en flecha, con el Premio para
Mural en Manizales (1982), para Zalamea […] Sus signos plásticos, como
ocurrió con Obregón y Botero veinte años atrás, son fundamentalmente distintos.
[...] Tanto Barrera como Zalamea compartieron,
curiosamente, un mismo fervor por Turner y por el
Goya autor del ‘Perro enterrado en la arena’; pero
mientras el primero
desalojó esas influencias en su valiente reconquista de un paisaje propio, Zalamea las absolvió en un ‘dibujo-pintura-collage’
básicamente
blanco y negro, de expresa truculencia, abrazando con igual coraje una fuerza
romántica sin tapujos. Motivado por el repudio a los abusos de poder y
escogiendo como escenario
** “Alejandra Rincón por ejemplo, se dedicó a registrar en video y
fotografía las intervenciones que progresivamente aparecen en un espacio de
exhibición durante el montaje de una exposición; los deshechos, basura y
sobrantes, son usados por ella porque ahí ve relaciones casuales con formas
seudo escultóricas, a la manera del juego de buscar formas en las nubes, todo
esto para armar un comentario en torno a la fugacidad de la imagen, a lo
insulso que puede verse nuestra relación con la forma y la materia, etc., El
problema es que el público nunca vio la propuesta de Alejandra ya que ella
decidió retirarse del Salón después de que su trabajo fue visto como un simple
reguero por la curadora general, el tema es que Natalia Gutiérrez nunca vio el
video que acompañaba el supuesto reguero y que obviamente era parte fundamenta
en su trabajo.” Mario Opazo, “Correcciones
del Salón”, 2005. http://www.esferapublica.org/correccionesdesalon.htm
viernes, diciembre 16, 2005
desconfianza y formalismos en Tunja
El
Regional Centro contempla dentro de sus plataformas de participación, la
inclusión de varios procesos pedagógicos encargados y dirigidos por artistas
docentes con un amplio panorama académico y sólido criterio.
Mario Opazo actual maestro en varias facultades de artes, efectuó
una selección de los trabajos más característicos realizados para su clase con
el fin de construir un discurso sobre “escultura
blanda” que
posteriormente haría parte de una serie de “procesos pedagógicos” articulados al Regional
Centro.
Los
trabajos que hacen parte de “escultura
blanda” abarcan un amplio panorama de conceptos, preocupaciones y
soluciones que problematizan una noción lineal de
escultura. Algunos de estos trabajos han continuado y ahora hacen parte de
procesos, por lo cual no se definen como obras terminadas. Otros sencillamente
se construyen sobre y desde el espacio en el cual habitan. En general, no son
trabajos que aterrizan en la galería.
Particularmente,
era conciente de que nuestra participación en el Regional era bajo el discurso
de “escultura blanda” y no era de participación
directa o
individual como los demás artistas. Este hecho nos daba la responsabilidad de
nuestros trabajos y de su montaje en el espacio que nos fue dado. En otras
palabras debíamos construir un espacio acorde con el discurso inicial.
Entiendo
que la responsabilidad de un Regional es muy grande y que son demasiadas
variables que hay que coordinar, el trabajo es bastante y sumamente agotador
(lo puedo afirmar porque estuve la ultima semana trabajando en el claustro en
Tunja), obviamente Natalia Gutiérrez (curadora general) espera lo mejor, todo
se tiene que ver muy bien, eso se comprende; pero al igual que se respetaron
procesos muy criticados de otros artistas, también se debieron respetar los
espacios destinados para los “procesos pedagógicos”.
Y no digo que sean procesos intocables o inmodificables, por el contrario son
maleables y tolerantes si se entienden. Pero cuando se hacen intervenciones
apresuradas, a ciegas y sin un apropiado fundamento los procesos colapsan.
La subcuraduria de “escultura blanda”
tuvo intervenciones poco constructivas de parte de la curadora general Natalia Gutiérrez,
éstas truncaron procesos, desajustaron montajes y lo peor generaron un ambiente
de malestar y desconfianza que desembocó en la deserción de varios de sus
integrantes desarticulando el discurso antes propuesto por Mario Opazo.
La
propuesta inclusiva del Regional Centro me parece una buena plataforma para
examinar procesos pedagógicos que difieren totalmente de las obras de Arte que
entran directamente. Pero dados los acontecimientos, La pregunta es ¿Cuales son
las intenciones de incluir estos procesos pedagógicos si no se confía en ellos?
O es que
en verdad este incidente revela las incompatibilidades e inconsistencias
generadas en la introducción de procesos pedagógicos o académicos (llámense
experimentales y en proceso de aprendizaje) dentro de un certamen de Arte tan
importante como lo es un Regional.
Edwin
Sánchez
Hago parte
del grupo de trabajos seleccionados para “escultura
blanda”
también hice parte de los trabajos intervenidos y afectados por Natalia
Gutiérrez y que desertaron durante el montaje en el claustro en Tunja.
viernes, diciembre 16, 2005
cerrado por remodelación
"¿y a la
academia quién la ronda?"
Esta provocadora pregunta con que Miguel Huertas termina su texto me permite
hacer otra pregunta afín al tema: ¿quienes rondan a la academia?
Un caso
Atando cabos con el debate paralelo sobre el Salón Regional de Artistas Zona
Centro y las bondades y necedades de su curadora Natalia Gutiérrez, cito dos
segmentos del acta final de selección del evento:
"La curadora del XI Salón Regional de Bogotá Natalia Gutiérrez invitó a Giovanny Vargas, Manuel Santana y Diego Mendoza para
escoger, junto con la curadora, a los artistas que por la modalidad de
'convocatoria abierta', estarán participando en el Salón Regional de Bogotá. Su
conocimiento de los procesos artísticos tanto a nivel pedagógico en diferentes
universidades como en el ámbito de las prácticas artísticas a nivel
profesional, permitió ampliar la mirada sobre las propuestas presentadas.
[...]
El criterio fundamental para selección de las obras consistió en atender a que
hicieran evidente una investigación personal con libertad temática, pero que a
la vez pudieran inscribirse en lo colectivo. Es decir, artistas que con sus
prácticas permitan ampliar de alguna manera los lugares y las situaciones del
mundo que nos tocó vivir."
Tomando en serio el texto del acta, la lógica indica que la idoneidad de los
jurados esta dada por su carácter de profesores universitarios ('nivel
pedagógico') y por su carácter de artistas profesionales ('nivel profesional'),
es decir que en la región Bogotá, el mundo
que nos tocó vivir, para estar dentro de la 'amplia mirada' hay que
estar próximo a la universidad y concebir al artista como profesional. Esto
para un salón que basa su condición en la participación el salón no es de arte, sino de artistas
implica la puesta en escena de un mecanismo que justifica la exclusión y empodera a la universidad.
Este error, o hábil error, da a la universidad un poder que este espacio no
debería tener pues hay que entender que lo que pasa en la universidad no es de la universidad. Es lamentable que una persona
como Natalia Gutiérrez que ha sido profesora universitaria utilice este tipo de
astucias para justificar un acto de selección que, como ya lo había dicho en
otra participación, se debate entre la demagogia participativa y el despotismo
ilustrado.
Esta demostrado que el acceso a la universidad es uno de los factores determinantes
para el bienestar social pero, en un país donde la gran mayoría de bachilleres
que quiere entrar a la universidad no puede estar en la universidad, no es
justo replicar esta dinámica como manera de acceso al Salón Regional de
Artistas. No estoy proponiendo el eufemismo paternalista de plantear otro salón
de arte popular, solamente se le pide publicamente a
una curadora tener más cuidado con lo que es un Salón Regional de Artistas y
con la universidad. Todas estas incongruencias se habrían obviado haciendo
pública una plataforma consistente donde se diera explicación de los alcances y
sobre todo de los límites de la propuesta curatorial.
La falta de atención evidencia que la curaduría parece estar más preocupada en
producirle un evento correcto al Ministerio de Cultura que en cumplir una
función. Como contraejemplo basta mirar lo hecho en el Salón de Octubre en Cali
para demostrar los múltiples enfoques que permite tanto el espacio físico como
el espacio social de un salón.
Lo anterior no se debe leer como un ataque hacia la curadora, hago uso del acta
como lente de aumento para evidenciar una situación y relacionar el uso que se
le da a la universidad otorgándole una finalidad específica, en este caso
amparando bajo el umbral de lo académico
una inconsistencia que, desatenta a los detalles, demuestra precisamente la
carencia de un pensamiento académico.
No conozco bien el caso de
"Cuidado con los abismos y las gargantas, pero cuidado con los puentes y
las barreras. Cuidado con aquello que abre
*(Me reservo el nombre del conferencista para no entorpecer la lectura de
algunos espíritus susceptibles al recurso de la citación)
Lucas Ospina
Posdata: Creo
que muchos de los participantes en estos foros quisiéramos dejar de hacer tanta
criticadera institucional y dedicarnos a
leer las exposiciones, el problema consiste en que la forma como se hacen estos
eventos afecta notoriamente el potencial de las obras, es como estar leyendo un
libro interesante pero donde el uso torpe y repetido de un esquema de
diagramación inadecuado entorpece inevitablemente la lectura.